El impulso de querer sentir la aventura de vivir
navegando por la vida.

Viajar, la expresión del tiempo que pasa.

domingo, 16 de septiembre de 2012

50.- Temporal en Argostoli, antes de zarpar


Nunca antes lo había vivido.

La previsión del tiempo nos avisó de fuertes vientos en la zona.
Se preveían vientos de fuerza 7 y 8 en el puerto.

Así fue. A partir de las 3 de la madrugada el viento empezó a entrar y a subir rápidamente con fuerza. El mar empezó a levantarse.
El viento entraba encañonado por el valle.

El anemómetro registró fuerza 8 y rachas de 9.
Sólo cuatro veleros y dos catamaranes en el muelle.
Uno de los veleros decidió cambiar el atraque por otro que él creyó más seguro.
Y naufragó.
Naufragó pero gracias a la colaboración de todos, y especialmente a los miembros de la tripulación del Queen Aida el barco “resucitó”
pero puedo asegurar que fue una pesadilla y llanto para todos.

Telémaco sufrió, aunque fue de los que resistió bien las embestidas.
Difícil permanecer a bordo,
sobre todo por lo necesario de estar todo el tiempo controlando las defensas.
El mar embravecido las subía con furia al muelle dejándolo desprotegido.
Había que bajarlas.

El mar subía y bajaba de nivel con frecuencia,
por lo que era necesario estar adaptando las defensas continuamente.
Varias de ellas reventaron. No podían contener la presión.
Ocho defensas grandes y dos bolas también grandes. No tenía más.

A las 08.30 horas el viento subió. Rachas de fuerza 9.
Abrían las tiendas, y rápido todos los barcos a comprar defensas. Se agotaron.
No importaba el precio. 37€, 90€, había que actuar.
El mar barría la calzada y la calle.

Nunca había visto nada igual.
Los del lugar tampoco.
Al día siguiente fue noticia de todos los diarios y de Internet.

Telémaco tuvo pequeñas heridas.

Dos fuertes golpes en su costado al golpear con un noray por unas olas terribles que provocaron una escora increíble.
Y otro percance, el inodoro. Todo el mar era una capa de basuras, hierbas, plásticos, y se usó. Y eso provocó atasco en las tuberías. Nada que no tenga remedio, aunque ha llevado todo un día repararlo.

Ahora ya ha pasado todo. Limpiamos la cubierta, secamos el interior, limpieza, aseo, cargar agua,
poner el barco a son de mar.

Mañana, a las 05.00 Telémaco largará amarras rumbo a Siracusa, dispuesto a volver a casa.
La previsión de tiempo es buena, aunque casi todo el tiempo preveo navegar con una ceñida de 60º por estribor, y a un descuartelar.
A la llegada a Sicilia se esperan calmas.

1 comentario:

iMystic dijo...

Guauuuu se m ponen los pelos de punta...que miedo...menos mal que salí de ahí. Que barco a naufragado? Me han comentado que es Español?

Salud y buena proa.

IMystic