El impulso de querer sentir la aventura de vivir
navegando por la vida.

Viajar, la expresión del tiempo que pasa.

viernes, 20 de enero de 2012

28.- Verano, de nuevo en crucero.

Después de tanto tiempo dedicado a “otros menesteres”, ha llegado el momento de reemprender. Llevamos mucho tiempo atracados en el mismo mar. El blog, quedó allí. Desde entonces hemos navegado Gibraltar, el Atlántico, Guadiana, el Rif en Marruecos, sur de Francia, les Hyères, Córcega, Cerdeña, Baleares.

Ese caminar surcando mares, ese cabeceo constante en tierra y mar,
y esa paz en los remansos y en las ensenadas.
Tormenta y paz, agitación y calma.
La vida.




El navegar de Rik es el navegar por la vida –como todo el mundo–. En el mar, con Telémaco, mi barco. Telémaco me ha forjado, ha vivido mis ilusiones, esfuerzos y miserias.

Telémaco –literalmente, "luchador lejano"– es un personaje de la Mitología griega, hijo de Ulises y de Penélope. Su intervención en la saga de Ulises fue descrita por  Homero en su poema épico "La Odisea". Telémaco, al ver a su madre acorralada por un grupo de hombres que quieren casarse con ella para ser los reyes de Ítaca, sale en busca de su padre, a pesar de que todos lo daban por muerto; y es así que al final de una gran búsqueda, localiza a Ulises y le pone al tanto de lo que estaba ocurriendo en su reino.
También Telémaco es el apellido de Ayax, De Salamina, uno de los héroes de la Odisea. Fue aquel que se disputó con Ulises (u Odiseo) la armadura de Aquiles. Ayax era el segundo héroe en importancia en el batallón aqueo. 
(de Wikipedia)


En todo este tiempo ha preparado el barco, la mente, y el alma, pertrechado todo convenientemente para hacerme a la mar. Y a la vida. He vivido. He vivido el amor, y la vida.

He modificado cosas en el barco. Nuevo cuadro eléctrico, nuevo depósito de aguas negras, por gravedad. Bombas. Arreglo de la cocina –termopar–, detector de fuga de gas nuevo,  winche estropeado, mando a distancia para el molinete, nueva emisora portátil obligatoria que ya no lo es, inspección de la ITB,  velas, capota, estoy cansado, me siento cansado, no físicamente, pero sí agobiado por tantas y tantas cosas y sus costes.
Quiero marchar, navegar y fondear libremente. Sentirme libre.




Las vivencias diarias, los problemas cotidianos.
La vida sin problemas no es vida, sería un “cuento de hadas”. La vida son problemas y hay que ir superándolos. Rehuirlos es de mentes pobres.


Hice planes para marchar después de San Juan. Telémaco, estaba a punto. Pero la meteo no acompañaba en la fecha prevista.
Mi plan, navegar de Barcelona a Marsella, recorrer Les Hyères, arribar a Niza. Desde allí, saltar al norte de Córcega, recorrer su costa de poniente, y saltar a Cerdeña luego. Recorrer Cerdeña hasta el sureste por la costa de poniente y volver para Baleares.

El temporal en el golfo de León retrasó la salida. Y me preparé para vivir la experiencia. A primeros de julio las amarras entraron a bordo, rumbo a Marsella.




Permíteme decirte, lector, que sigas tu camino,
el que encuentras a cada momento,
el que vas haciendo con tu ritmo
y el que respira tu alma.

Síguelo y no te detengas, es el tuyo, sólo tuyo,
y no tienes otro, es único.
Y perecerá un día, como todo.

Pero no seas tú quien lo aniquile, no. 
Tu camino, a ti sólo pertenece.
Ni a tus hijos, ni amigos, ni pareja, es sólo tuyo. 

Síguelo cada día, cada instante, no te reprimas. 
Vívelo intensamente, y entrégate a él
como si de ello dependiera la salvación del mundo.

Parar es morir. Que nada te ate, nada te frene. 
Sólo tu mente te frena. ¿Sabrás liberarla? ¡Sé feliz!

Un día, llegando a Barcelona, entrado en niebla.