En Meganisi conocí el viento catabático. Esa brisa que se
intensifica a la caída de la tarde. La temperatura había sido alta, al
mediodíaa estábamos a 36ºC. La orografía alrededor también alta: Lefkada,
Ítaca, Kálamos… El viento catabático cuando la costa presenta un relieve
importante, el aire en contacto con las regiones elevadas es más frío que el
aire circundante y, por lo tanto, más pesado. Se desencadena muy rápidamente.
En mi caso pasamos de viento F 0 y 1, a F 5 en tres minutos. Y duró algo más de
una hora. Y corriente del mar en contra.
Estaba limpiando el casco desde el dingui cuando me sentí
sorprendido.
Las calas de Port Atheni, Órmos Abelike, Órmos Kapali,
Vathi, Spartkhori, una verdadera maravilla, que me dejan ganas de volver.
Fondeado en Port Atheni:
Fondeo de Abelike
El pueblo de Espartkori es una delicia. Cuesta arriba, pero
vale la pena llegar y visitarlo.
Spartakori tiene un puerto pequeño pero también un
embarcadero al final de la cala, con una playa estupendas:
Rumbo a Skorpió, la famosa isla privada de Onassis. En
Grecia es posible comprar una isla y ser propiedad privada. Por eso en Skorpió
no puede pisarse la tierra, aunque sí el mar circundante. Mientras haya agua,
puedes. Pasé la noche fondeado allí.
Me contactó el Capitán Teach y fondeó también. Luego,
tuvimos ocasión de volver a Abelike en Meganisi y tomar una “clase” de cómo
coger y comer erizos de mar.
Y por la noche, estrellas fugaces. Una maravilla.
Ahora ya en Lefkada de nuevo. Marcha Pat. Mañana llegará
Rafael.
1 comentario:
Que bueno Enrique! Nosotros nos quedamos con las ganas de pisar Skorpios, aunque solo fueran las aguas! Solo que significaba un cambio de rota importante para nuestro plan en Grecia. Ahora mismo estamos en Elafonissos, una isla en el sur del Peloponeso que nos recuerda mucho Formentera. Abrazos para ti y para Pat. Graziella y Louis-Henri
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