Los recuerdos en el fondeo de esa playa de Pesadas son
increíbles.
Playa, tabernas, la mejor musakás que he tomado por el Jónico, la
relación con los bañistas, con los camareros, con todos. Es Grecia.
Salí de la playa de Pesadas navegando a vela durante cerca
de cinco horas, para enfilar con viento de través la entrada hacia el golfo de
Argóstoli.
Pero antes, al pie de montañas blancas, que parecían de mármol,
accedimos para fondear y tomar el baño en aguas cristalinas, azul turquesa, y
arena de finas piedras blancas como nunca las había visto.
Y, de paso, visitar
las cuevas que el mar había ido abriendo.
Una parte indescriptible del paraíso.
Entrar en Argóstoli es bonito. Argóstoli tiene magia.
Recorrer la ciudad, sus comercios, es buen sitio para aprovisionar.
Supermercados modernos, extensas tiendas de frutas y verduras.
Y de nuevo al mar.
Como la meteo era propicia para los
próximos días, decidí visitar la costa de occidente de Zakynthos, camino de
Katákolo en el continente, donde quería conocer las ruinas de Olympia y parte
del Peloponeso en coche.
Quiero visitar esta costa de poniente de Zakynthos ahora por
si luego el tiempo es adverso, ya que los vientos dominantes son de NW.
Pongo
rumbo a la “playa del naufragio”, donde sólo puedes acceder por mar, y acotada
por altas montañas cortadas en seco. Impresionante.
Como impresionante también
la gran cantidad de turistas y barcos entrando y saliendo.
Entraba mar de leva
de NW, originado por los vientos de los últimos días, y decidí no quedarme aquí. Puse rumbo a Vroma para
pernoctar.
A Vroma llego después de la puesta del sol. Un error.
No
debo llegar a los fondeos si día por delante, y mucho menos cuando es
desconocido.
Pero ahí estuve. Después de mucho mirar y más pensar, fondeo y
amarro a tierra al segundo intento.
Simpático Vroma. Interesantes los comentarios de los
barqueros de turistas, que no se quejan del negocio esta temporada. Allí
vuelven a aparecer los barcos de paseo de turistas, los enredos de anclas
incluso entre ellos.
Con el dingui recorro las dos calas.
El ambiente, las
casitas para aperos, donde algunos también viven.
Y un trajín para arriba y debajo
de turistas para visitar la costa en esas “golondrinas” que parten por turnos
para “repartirse” los clientes.
Pongo rumbo sur, a Órmos Exo Chora y, más al sur, Keri.
Todo
el trayecto pensando en esa posibilidad de ver las tortugas en Keri, Parque
Nacional.
La costa es alta, muy alta, cortada en seco, con cortes precisos e
impresionantes, playas increíbles con sólo acceso por mar, y escasos sitios de
refugio y pocas calas donde pasar a noche.
Sigue este mar incómodo de leva de NW.
La temperatura es alta. Es un espectáculo de la naturaleza.
Luz, color, olores, sonidos, sus gentes. Sentidos.
Vivi las zonas protegidas de Keri.
Pero no veo tortugas.
Sólo en las tiendas para turistas y no son de verdad.
Fondeo en Keri, a punto de saltar al continente para visitar
Olympia, cuna de los Juegos Olímpicos.
¿Podré también consultar el Oráculo?
¿Cómo
se consulta el Oráculo?
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