Me adentro por el canal que separa la isla de Evia del
continente.
Muchas millas y demasiada historia, como para tomarlo con calma.
Pero una calma relativa porque el objetivo este año es llegar a Volos para
dedicarle tiempo a las islas Esporadas y luego a las Cicladas antes de que
llegue el Meltemi.
Mientras remonto el canal revivo los recuerdos navegando con
las corrientes y las mareas, tan importante en esta zona sobre todo legando a
Chalkis.
Es un canal lleno de historia, de guerras, batallas,
luchas
de los pueblos por su libertad e independencia.
A cada paso, milla a milla,
repaso tanta y tanta historia.
Llego a la punta de Marathonas, aquí el pueblo plantó cara a
los persas consiguiendo la primera victoria. Conocí el origen del “maratón”.
Y
ganando norte vuelvo a recordar el Templo de Poseidón, dios del mar, a la
entrada del canal.
Más adelante, la expedición de los Argonáutas,
Avlis,
la
expedición contra Troya,
la marcha de Paris con Elena hacia Sparta,
os
avatares de Ulises volviendo a su casa y tardando diez años,
la Batalla de
Artémisos,
demasiada historia y sabiduría como para poder asimilarla en estas
pocas millas.
En Chalkis (Chalkida) mantienen un busto de Aristóteles.
Dicen que vino aquí a pasar sus últimos días, a una casa de su madre, cuando
decidió marchar de Atenas para evitar envidias y ganar seguridad personal.
Tremenda la corriente en el paso de Chalkis, que alcanza hasta los 6 nudos.
Dicen unos que Aristóteles se tiró a la corriente para intentar descubrir el
por qué de ella, otros que murió de muerte natural.
En el golfo de Atalantis fondeo cerca de Avdira,
ciudad
fundada por Hércules en honor de su amigo Ávdiros.
Al entrar al fondeo pinché
en un banco de arena, pero del que pude salir dando atrás porque, como es
habitual en mi cuando analizo el fondeo o me aproximo a él, no navego a más de
un nudo.
De allí a Loutrá Aidipsou, ciudad turística donde abundan
los giregos y notable por sus termas.
Al norte de la isla de Evia, ya en el continente, fondeo en
VathyKelou, antes entrar en el golfo de Volos.
Y, nada más entrar, no podía faltar entrar en la isla de
Tríkeri, dicen la isla de las mujeres, y es porque hace referencia a que tuvo
prisión de mujeres –unas 500– en lo que llaman el Monasterio y donde hoy se
puede pernoctar por 10 €/ día.
Todo este camino ha estado lleno de vinos, olivos, pescadores.
Las
luchas contra bizantinos, persas, turcos.
Demasiada historia y no menos mitología.
En mi cabeza no
entra tanto.
Es una emoción especial el revivir casi 40 siglos de historia,
vivencias y mitos.