El impulso de querer sentir la aventura de vivir
navegando por la vida.

Viajar, la expresión del tiempo que pasa.

viernes, 31 de agosto de 2012

45.- El sur de Kefalonia, Argóstoli, y hacia el sur de Zakynthós.


Los recuerdos en el fondeo de esa playa de Pesadas son increíbles.
Playa, tabernas, la mejor musakás que he tomado por el Jónico, la relación con los bañistas, con los camareros, con todos. Es Grecia.
Salí de la playa de Pesadas navegando a vela durante cerca de cinco horas, para enfilar con viento de través la entrada hacia el golfo de Argóstoli.
Pero antes, al pie de montañas blancas, que parecían de mármol, accedimos para fondear y tomar el baño en aguas cristalinas, azul turquesa, y arena de finas piedras blancas como nunca las había visto.
Y, de paso, visitar las cuevas que el mar había ido abriendo.
Una parte indescriptible del paraíso.


Entrar en Argóstoli es bonito. Argóstoli tiene magia. Recorrer la ciudad, sus comercios, es buen sitio para aprovisionar. Supermercados modernos, extensas tiendas de frutas y verduras.
Y de nuevo al mar.
Como la meteo era propicia para los próximos días, decidí visitar la costa de occidente de Zakynthos, camino de Katákolo en el continente, donde quería conocer las ruinas de Olympia y parte del Peloponeso en coche.

Quiero visitar esta costa de poniente de Zakynthos ahora por si luego el tiempo es adverso, ya que los vientos dominantes son de NW.
Pongo rumbo a la “playa del naufragio”, donde sólo puedes acceder por mar, y acotada por altas montañas cortadas en seco. Impresionante.
Como impresionante también la gran cantidad de turistas y barcos entrando y saliendo.
Entraba mar de leva de NW, originado por los vientos de los últimos días, y decidí no quedarme aquí. Puse rumbo a Vroma para pernoctar.


A Vroma llego después de la puesta del sol. Un error.
No debo llegar a los fondeos si día por delante, y mucho menos cuando es desconocido.
Pero ahí estuve. Después de mucho mirar y más pensar, fondeo y amarro a tierra al segundo intento.

Simpático Vroma. Interesantes los comentarios de los barqueros de turistas, que no se quejan del negocio esta temporada. Allí vuelven a aparecer los barcos de paseo de turistas, los enredos de anclas incluso entre ellos.
Con el dingui recorro las dos calas.
El ambiente, las casitas para aperos, donde algunos también viven.
Y un trajín para arriba y debajo de turistas para visitar la costa en esas “golondrinas” que parten por turnos para “repartirse” los clientes.


Pongo rumbo sur, a Órmos Exo Chora y, más al sur, Keri.
Todo el trayecto pensando en esa posibilidad de ver las tortugas en Keri, Parque Nacional.
La costa es alta, muy alta, cortada en seco, con cortes precisos e impresionantes, playas increíbles con sólo acceso por mar, y escasos sitios de refugio y pocas calas donde pasar a noche.
Sigue este mar incómodo de leva de NW.

La temperatura es alta. Es un espectáculo de la naturaleza. Luz, color, olores, sonidos, sus gentes. Sentidos.


Vivi las zonas protegidas de Keri.
Pero no veo tortugas. Sólo en las tiendas para turistas y no son de verdad.

Fondeo en Keri, a punto de saltar al continente para visitar Olympia, cuna de los Juegos Olímpicos.
¿Podré también consultar el Oráculo?
¿Cómo se consulta el Oráculo? 

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