El impulso de querer sentir la aventura de vivir
navegando por la vida.

Viajar, la expresión del tiempo que pasa.

sábado, 5 de septiembre de 2015

63.- El Maistrali en Poros

Maistrali es un nombre de viento de NW, el Mistral.
Pero también es el nombre de un café, el café del puerto, en Poros.

Poros me ha retenido.
Tenía ganas de puerto y gente y renuncié a las calas.
Gocé algunas de Ítaka y otras de Kefalonia
pero recalé de nuevo en Poros esperando amigos.
Poros acoge. El sitio y su gente.
Tiene mangueras de agua en el muelle, abundante y gratis.
El puerto ya no es gratis, no. Hay que pagar, cosa que me parece normal.

Fue gratis hasta el año pasado pero este hay que pagar.
Aunque viniendo de España pagar 7,00€ por día por mis 42” me parece casi nada.
Con el importe de un día en España aquí tengo para nueve.
He aprovechado para limpiar la teka.
Agua de mar y vinagre, “que huela” me dijeron.
Y antes, quité un par de manchas con Cebralín. Mano de santo.

Ha quedado como nueva, marrón-clarito y limpia, como la teka.
El café Maistrali merece una mención especial,
como la taberna de Dionysos (Dionysos taverna),
no la del puerto sino la que goza de la orilla del mar, en el pueblo, bajo un enorme castaño,
allí donde la mayoría de clientes que encuentras son griegos y desde donde ya no ves el puerto, allí donde puedes poner tu mesa para cenar sobre los guijarros de la orilla.
Dionysos me ofrecía un extraordinario Stifado –ya tenía ganas, ya–
pero no sabía qué decidir porque el Kleftiko no era menos
y para qué hablar del cordero al limón (/arní limonato/).
Y, naturamente, el pescado.

Maistrali concentra a todos los navegantes por su WiFi
y porque está delante de los barcos.
Y desde luego por su música.
Sus diueños, Makis y Eléni,
se preocupan por el ambiente tan acogedor y su buena música.

–Prueba este tomate, es de mi huerta. Lo he preparado con aceite de oliva y orégano del mío –me dice Makis–.
–Exquisito –le digo. “Y de verdad, no hago ningún cumplido” –pienso. 
O esta misma mañana me dice:
–Te he traído esta pera de mi árbol para que la pruebes.

 
La camarera Élena me diseña un cartelito para que lo coloque en el barco,
a ver si lo vendo (la decisión de vender el barco ya la contaré más adelante).
Ella prefiere que su nombre sea esdrújula.
Y la otra camarera, María, me enseña
cómo se dice "hasta mañana" y la diferencia entre “mi cerveza y tu cerveza”.
Lecciones diarias de vocabulario o gramática 
¿verdad que mola?
Y todo con simpatía y risas.

Makis me saluda diciendo:
–Buenos días gerrero –y yo le cuento que lleva una u para que digamos guerrero–.
¿No voy a sentirme acogido?
–No te vayas todavía.
–Vuelve pronto –me dicen otros–.
Les gusta que esté aquí y disfrute
y, mientras, nos hacemos amigos en FB,
esa herramienta que siempre está ahí, mientras esté.

Y así van pasando los días. ¿Hasta cuándo? ¿Hasta cuándo?
¿Por qué, por qué, por qué? 


¡Qué bien me ha quedado la teka!
El sol ya se esconde

Buenas noches.
Καληνύχτα 


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